Que difícil es mirar
hacia adelante, cuando solo hay incertidumbre, cuando las certezas de aquello
que creías parece haberse desdibujado en el horizonte, y hoy, el paisaje que
contemplas es totalmente desconocido.
No saber cuál es el
camino que continuaran tus pasos.
No saber que te espera
tras la puerta cerrada.
No saber si podrás con
la carga que te aguarda.
Todo eso asusta, porque
enfrentarse a lo desconocido, sin armas, más que tu voluntad o tus ganas, a veces
parece que no es suficiente.
Y de repente, ves que
el sitio en donde pretendías echar raíces se llena de espinas, te falta un
asidero al cual sostenerte ¿Cómo continuar así?
La incertidumbre
asfixia, tanto como cuando falta el aire, y es que a veces no sabemos vivir sin
saber que pasara, porque cuando no vemos el camino, el miedo nos rodea.
Aun cuando me muestre
ante el mundo como alguien confiado y seguro de si, el miedo no se va.
Hoy, hay nubes grises
en mi cielo, y la oscuridad lo llena poco a poco. Hoy el futuro se presenta
como un cuadro borroso del que no logro distinguir bien sus trazos.
Intento mostrar
indiferencia, o poner una sonrisa para que todos piensen que nada me afecta,
pero por dentro estoy asustada, porque siento que no encuentro un puerto segur
donde soltar el ancla
Pero cada día lo
intento, no solo fingir seguridad, si no sentirla, ver lo positivo entre lo
incierto, ver el rayo de luz que atraviesa mis nubes intentando mostrar un
sendero, y me aferro, a lo que amo, a aquello en lo que creo, para seguir
adelante.
Y sonrío, para sentirme
bien, para alejar el miedo, yo sonrío; y nunca digo otra cosa que no sea “Estoy
Bien”, cuando alguien me pregunta como estoy, y trato de hacerlo cada día mi declaración.
Porque a fin de cuentas, es cierto, tengo que estar bien, tengo vida, amigos,
familia trabajo ¿Cómo no estarlo? He cumplido la mayoría de mis sueños, y he
hecho siempre lo que he querido; a veces el miedo sigue allí, porque alrededor,
todo grita desesperanza.
Pero yo sigo en pie,
debo seguir en pie haciendo lo que pueda hacer, porque se, que si dejo que el
miedo me invada, que la incertidumbre y la desesperanza se apoderen de mis
pensamientos, entonces me hundiré sin remedio y no quiero eso.
El futuro es incierto sí,
pero creo que por mi bien, yo viviré un día a la vez, y aunque a veces las
dudas no se van, tampoco se va la esperanza, y yo confío en que todo mejorara…
sigo adelante y sonrío.