domingo, 31 de agosto de 2014

Mi camino de vida...



Si me preguntaras ¿Qué ha sido de tu vida?
Quizás responderé: Yo solo trato de vivirla
Recibí cada golpe que encontré en mi camino
Y tal vez, hasta logre esquivar una que otra estocada
Tropecé muchas veces
Hasta que aprendí a ver las piedras
Que se ocultan detrás de falsas mascaras.
Camine sin rumbo durante tanto tiempo,
Sin saber que era,
Ni a donde iban mis pasos
Hasta que descubrí cual era mi senda
Y paso a paso,
Seguí caminando.
Anduve bajo el sol
Quemando mi espalda
Y bajo tormentas imparables
Que me azotaron el alma.
Y un día, así sin más, cundo deje de luchar se hizo la calma
Y así continúe hasta mi próxima parada.
Llore tantas veces, encontrándome perdida
Y fue dentro de mí
Que encontré Su luz que fue mi guía
Y cansada de andar muchas veces me detuve
Para continuar cuando Su fuerza me llenaba
Y escuchaba Su voz, guiando mi alma.
Encontré tantos muros sin saber qué hacer
Saltar o rodearlos no parecía sencillo
Y los muros cayeron cuando pude entender
Que para seguir andando hay que derribarlos.
Conocí la soledad en algunos tramos de mi camino
Y me sirvió para mirar hacia dentro
Y descubrir quién era y cuál era mi destino,
Pero con alegría puedo decir
Que también he tenido compañía
La de los miles de caminos que se unieron con el mío.
Así conocí la lealtad y el compromiso
Que implica llamar a alguien “Amigo”
También conocí el amor de quien solo cree
Que será feliz compartiendo tu camino
Allí, en donde no existe ni tuyo ni mío
Donde solo es nuestro el destino.
Muchos me dejaron y a muchos deje atrás
Y es que a veces para andar
Hay que hacer sacrificios
Pero en el adiós
Deje su alma colgada de mi bolsillo.
Así que si preguntas ¿Qué ha sido de tu vida?
Solo diré:
“Ha sido un largo, hermoso y singular camino”


martes, 5 de agosto de 2014

Sin miedo



No soy valiente, nunca lo he sido,
Le temo a lo desconocido, a la soledad y a las multitudes,
Le temo al fracaso,
Le temo al olvido y al abandono,
Le temo a la desesperanza,
Le temo a lo que no me atrevo a confesar
Le temo a lo que no soy capaz de borrar…
Le temo a tantas cosas, algunas incluso, de las que no soy consciente,
Y a veces, siento que ese miedo me paraliza y me hace un nudo en mi garganta.
Pero nunca, a pesar del miedo, he detenido mi marcha,
Quizás me cueste a veces seguir el paso, y sea difícil,
Pero un día juré, que no dejaría que el miedo paralizara mi vida, ni me dominara
Así que enfrento sin escudos la batalla,
Con mis manos desnudas y limpias,
Y en mi mente estas palabras:
“El Señor es mi luz y mi salvación, a quien puedo temer
Amparo de mi vida es el Señor, de quien puedo temblar…”
Una y otra vez lo repito como un mantra,
Hasta que poco a poco llega la calma

El miedo se aleja y continúo mi marcha.