martes, 5 de agosto de 2014

Sin miedo



No soy valiente, nunca lo he sido,
Le temo a lo desconocido, a la soledad y a las multitudes,
Le temo al fracaso,
Le temo al olvido y al abandono,
Le temo a la desesperanza,
Le temo a lo que no me atrevo a confesar
Le temo a lo que no soy capaz de borrar…
Le temo a tantas cosas, algunas incluso, de las que no soy consciente,
Y a veces, siento que ese miedo me paraliza y me hace un nudo en mi garganta.
Pero nunca, a pesar del miedo, he detenido mi marcha,
Quizás me cueste a veces seguir el paso, y sea difícil,
Pero un día juré, que no dejaría que el miedo paralizara mi vida, ni me dominara
Así que enfrento sin escudos la batalla,
Con mis manos desnudas y limpias,
Y en mi mente estas palabras:
“El Señor es mi luz y mi salvación, a quien puedo temer
Amparo de mi vida es el Señor, de quien puedo temblar…”
Una y otra vez lo repito como un mantra,
Hasta que poco a poco llega la calma

El miedo se aleja y continúo mi marcha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario