martes, 7 de octubre de 2014

Cuando me encuentres...



Cuando me encuentres, mírame bien,
y quizás te des cuenta de que no soy la misma,
y no me refiero a los años que han marcado mi piel.

Cuando me encuentres, miraras en mis ojos
y puede que no encuentres la misma chispa de ayer,
Mucho han visto en todos estos años
y mucho han llorado;
Quiero creer que no se ha extinguido su luz
pero estoy segura de que ha cambiado

Cuando me encuentres, quizás te parezca que soy demasiado dura,
He tenido que serlo, y es que,
de tanto caer, de tantos golpes y cicatrices,
estoy segura de que es más gruesa mi piel

Cuando me encuentres, podrás darte cuenta, de que ya no confío como lo hacía antes
Tristemente, muchos engaños me enseñaron a desconfiar;
y quizás hoy encuentres mi alma tras puertas cerradas con fuertes candados,
es porque algunos de los que entraron
solo la golpearon y pisotearon,
y hoy, aunque está de pie,
solo se protege para no volver a caer

Cuando me encuentres no veras cicatrices,
no veras marcas de cada caída,
lo que no quiere decir que no están, solo están escondidas;
Tras una máscara a veces se oculta el dolor
que no mostramos al exterior.

Cuando me encuentres, te preguntaras tal vez como después de todo puedo sonreír,
La sonrisa, es mi batalla ganada y no dejare que nadie la borre,
Puede ser duro, pero siempre hay que encontrar razones para sonreír.

Cuando me encuentres, puede que veas un muro levantado,
Pero gracias a el sobreviví,
No es impenetrable, no te asustes algunos pocos encuentran la entrada,
Lo hace el que realmente lo intenta.
Si no estás dispuesto a escalar la muralla,
no te preocupes, solo date la vuelta y sigue tu marcha.

Cuando me encuentres, realmente espero,
que puedas ver a través de mi a mi verdadero yo,
al que se oculta tras las mascaras,
detrás de los muros y oscuras miradas,
Si lo haces, te darás cuenta, que no he dejado de creer
aunque mil veces me han decepcionado,
Que no he dejado de andar,
aun después de los tropiezos y las caídas,
Que no me he rendido, a pasar de las heridas,
y que no hay vergüenza en lo que me ha tocado vivir,
porque cada golpe, cada herida, cada fracaso o desilusión,
finalmente me permitieron estar aquí
De pie, frente a ti…

No hay comentarios:

Publicar un comentario