martes, 19 de abril de 2011

Te amare en silencio

Antes que nada quiero decirles, que escribí esto hace mucho tiempo, de hecho, es quizás uno de los primeros poemas que escribí. Hace unos días, revisando entre papeles viejos, encontré en una hoja desgastada y amarillenta, estas palabras que creí había olvidado, pero que recordé en el mismo instante que leí la primera línea, como recordé también la inspiración de donde salieron, el nombre que lleva guardado, y el sentimiento de ese primer amor imposible que logra quitarnos el aliento.
Aquí se los dejo: TE AMARE EN SILENCIO

Te amare en silencio
Aunque tenga que callar este sentimiento
Aunque tenga que tragarme un “Te quiero”
Cada vez que pasas a mi lado,
Cada vez que yo te veo

Te amare en silencio,
Nunca nadie podrá cambiar lo que yo siento
A pesar de tu indiferencia,
A pesar de que no me quieras
Aunque se oponga el mundo entero,
Simplemente,  yo te quiero

Eres para mí la felicidad
Ver tus ojos es como mirar el sol con toda su claridad,
Tu sonrisa es melodía
Que me alegra la vida
Y me ayuda a enfrentarla
Paso a paso, día a día.

En silencio te amare
Y no me importa,
Para mí siempre serás el más lindo sueño
Aquel sueño irrealizable,
Como esa estrella inalcanzable que brilla en el cielo
Y aunque quiera tocarla, no puedo.

Te amare en silencio,
Tal vez algún día descubras lo que siento,
Tal vez puedas leer en mis ojos un te quiero,
Mientras tanto,
Mientras encuentro el valor que ahora no tengo,
Simplemente, te amare en silencio.


viernes, 15 de abril de 2011

¿La vida es miserable?

“La vida es miserable…”, he escuchado tantas veces esta frase, como tantas veces he escuchado de todo el pesar, dolor e injusticia que existen en esta vida y en este mundo que transitamos; y no pretendo negar todo esto, ni creer que en esta vida todo es perfecto, todo es color de rosa, no pretendo negar que existe el dolor, la injusticia, la rabia, la venganza; solo pretendo que esto, no sea lo único que vean mis ojos, ni lo único que perciba mi corazón.
Algunos no lo entienden, y lo se, no pretendo que lo hagan, pero esa es la decisión que tome: ver la vida, siempre que pueda, desde el lado positivo, en lugar de simplemente repetir lo que tantas veces me han dicho: “La vida es miserable”, sin tratar de hacerla mejor.
No me cansare de decirlo, aunque tal vez, algunos se cansen de escucharlo, pero para mí, la vida es tan buena como tú la quieras ver.
Puedes ver en la dificultad, esperanzas perdidas, o puedes ver oportunidades de crecimiento
Puedes ver en las críticas que recibes solo las ganas de destrucción, o tu oportunidad de hacer un cambio
Puedes ver solo cuanto esfuerzo o tiempo te cuesta alcanzar una meta, o disfrutar su realización
En tu escalada hacia la cima, puedes solo sentir lo que te cuesta subir, o detenerte y disfrutar de la vista
Puedes lamentarte de tus errores y culpar de ellos a la suerte, o asumirlos, rectificarlos, y por supuesto, aprender de ellos
Puedes ver tus sueños como una batalla perdida o como una batalla por ganar
Puedes aprender de tu dolor, a encontrar aquello que te pueda dar felicidad
Puedes ver solo la piedra del camino, o realmente ver el camino que hay después de ella y que te invita a continuar
Siempre habrá dificultades, de eso se trata la vida, de superar obstáculos, de romper barreras.
En la película “Perfume de Mujer”, Al Pacino, en el discurso que da frente a los estudiantes para defender a Charlie, dice algo que siempre he recordado: “En todas las encrucijadas de mi vida, siempre supe, sin excepción, cuál era el camino correcto, pero nunca lo tome, porque era el más difícil…” , los caminos de nuestra vida probablemente siempre serán difíciles y quizás en algún punto, también miserables, pero son los que nos conducen a la realización de nuestros sueños, metas, anhelos, pero solo si nos atrevemos a cruzarlos.
Entonces, ¿que clase de vida quieres tener?, una vida llena de cosas fáciles, de caminos sin obstáculos, que no es en apariencia tan miserable, pero que probablemente siempre te dejara vacio;  o una vida en donde puedes luchar hasta cansarte, en donde cada logro lleve el sabor de tu esfuerzo, de tus sacrificios, o incluso hasta de tus lagrimas; una vida de caminos intrincados pero excitantes; una vida de tormentas, que al final siempre acaban con un día hermoso lleno de sol y pastos verdes y frescos; una vida, que aun con sus altos y bajos, te dará siempre la oportunidad de crecer, de soñar, de amar, de reír.
La vida es como tú la quieras ver… Puede ser miserable, o puede ser hermosa, es tu decisión.


domingo, 10 de abril de 2011

Te sigo extrañando...


Extrañarte es ya una especie de rutina, forma parte de mi respirar y de mi latir, como un recuerdo permanente que aunque quiera no puedo borrar.
Extrañarte es quizás mi necesidad de sentirte cerca, de escuchar tu voz, y sentir tu mano en la mía una vez más.
Al extrañarte vuelvo al pasado, aquel pasado que tenia tu sonrisa, en el que tu presencia era mi protección, y vuelvo a sentir ese amor que me dabas muy a tu manera, amor que daba por sentado, y que muchas veces no supe valorar.
Extrañarte es mi manera de tenerte cerca, y de llenar esta ausencia con recuerdos.
En extrañarte se pasan mis horas solitarias, y este silencio que solo anhela escucharte de nuevo.
Extrañarte es este sabor amargo a desesperanza, es llorar el tiempo presente en el que no estás conmigo, y añorar los días pasados en que tenía tu bendición y tu abrigo.
A fuerza de extrañarte intento que mi corazón te guarde en cada latido, para ver si así, te llevo conmigo y así sobrevivo a este vacío.
Extrañarte me trae tu risa de vuelta y la grandeza de ese amor que me abrazaba.
Extrañarte, aunque a veces duela, me llena, pues devuelve a mi mente tu presencia. Así, extrañarte es mi salida, es la prueba de este cariño que te tuve y que aun quedo guardado sin que pudiera dártelo.
Extrañarte es hoy mi manera de amarte.
Extrañarte es este querer decirte tantas cosas, es este deseo inmenso de que me abraces y me digas que todo estará bien.
Extrañarte es cerrar los ojos para encontrarte en mis sueños.
Sé que no estás, y lo entiendo. Sé que aun en esta ausencia tu amor me acompaña y lo acepto, pero no puedo dejar de extrañarte, pues siento que si no lo hago, te pierdo.
Y este extrañarte que crece un poco mas cada día, mantiene vivo el sentimiento, y hoy, trato de no hacerlo con la tristeza de cuando te dije adiós, intento que en cada “Te extraño”, haya un fragmento de las cosas hermosas que compartí contigo, para así traerte a mis días, y hacer que así vivas en mi a cada minuto, porque mientras te extrañe, no te dejare ir…