lunes, 12 de diciembre de 2011

Extraño el tiempo que pase contigo…


Extraño el tiempo que pase contigo…

Extraño las risas, extraño la forma en la que me hacías sentir, extraño quien era cuando estaba contigo….

Extraño como entendías aun mis más locas acciones

Extraño que me mintieras al decirme que cantaba bien aunque yo solo desafinara

Extraño tu mano tomando mi mano mientras caminábamos

Extraño tu abrazo para recibirme cada mañana

Extraño que me hicieras sentir, que yo era todo tu mundo.

Extraño tantas cosas, cosas que guarde en mi corazón como el más grande de los tesoros… pero hoy, a pesar de lo mucho que extraño lo que eras y lo que fuimos, se que decir adiós fue la mejor decisión que tomamos.

Nos pesaba la carga de seguir llevando a cuestas un camino que cada día mas se separaba, no supimos hacer de nuestros sueños distintos un sueño en común.

Y así, en vez de construir puentes se formaron abismos que poco a poco nos separaron, sin remedio y sin retorno, y entonces, ¿Qué hacer cuando todo es tan distinto?, aunque seguía vivo el cariño, no éramos los mismos.

Así la despedida fue nuestra mejor opción;  para así detenernos antes de que pudiéramos herirnos, y conservar lo bonito de cada momento vivido, como un hermoso recuerdo; para seguirnos queriendo aunque nuestras vidas tomaran rumbos distintos; para que cuando nos encontráramos en la calle no pudieras más que regalarnos ese abrazo que solo comparten los que se han querido, sin rabias y sin rencores, porque al fin y al cabo, nuestra historia personal lleva las huellas del otro marcadas; para que al recordarte no pueda más que dibujar una sonrisa, y decir con este tono de melancolía “Extraño el tiempo que pase contigo…”


No hay comentarios:

Publicar un comentario