No mires mi apariencia Mírame y conóceme... Concédeme un minuto |
Me considero alguien que trata de no establecer juicios con la primera
impresión de alguna persona, la vida me ha enseñado, que la primera impresión
no siempre es la correcta, y que al juzgar prematuramente a las personas nos
estamos privando tal vez de conocer a alguien excepcional. Así me declaro fiel creyente de la “segunda
impresión”.
Cada día, muchas personas se cruzan en nuestro camino, y siempre
establecemos un juicio de ellas, juzgamos su apariencia, su forma de actuar, de
hablar, su comportamiento y a veces en base a esas observaciones dictaminamos
si vale la pena o no mantener un contacto con esa persona.
Hoy te invito, a olvidar la frase que dice “La primera impresión es la
que cuenta”, y a ver a las personas una segunda vez.
Aprende a mirar detrás de la vestimenta o la apariencia física, a la
persona, al ser humano único que se está presentando frente a ti.
Aprende a mirar en los ojos, aprende a escuchar mas allá de las palabras,
aprende a ser tolerante con las diferencias.
Aprende a convivir y compartir, aunque creas que esa persona no es afín
contigo, pero hacerlo de verdad, poniendo real interés en conocer a la persona
que tienes al lado
Aprende a escuchar aunque las opiniones sean distintas a las tuyas, a
crear ese debate sano, esa tertulia sin ataques
Aprende a buscar cualidades en lugar de defectos y por sobre todo a
exaltar los primeros sobre los segundos.
Aprende a ser abierto, pues de nada sirve que pidas confianza, si tú no estás
dispuesto a darla.
Aprende a ver las cosas en común,
pues de allí puedes encontrar una forma de compartir.
Aprende a valorar las distinciones de cada persona, esas características
que nos hacen auténticos y únicos.
Abre tus ojos, tu mente, tu corazón, si así lo crees oportuno y dale no
solo 1 si no por lo menos 2 oportunidades a la persona que está junto a ti de
formar parte de tu vida.
¿Qué podemos equivocarnos? Es cierto, es el riesgo que corremos cuando
conocemos a una persona, pero para hacer amigos, o establecer cualquier tipo de
relación, esa fe en la otra persona es necesaria.
No seas parte de las personas que juzgan con la primera mirada, recuerda,
que así como tú lo haces, también podrías ser juzgado.
Todos queremos tener la oportunidad de demostrar lo que somos y quienes
somos detrás de nuestra apariencia.
Si tú crees que no es justo que alguien te discrimine, o te rechace por
lo que a simple vista ve de ti, entonces no seas tú uno más que juzga.
La primera impresión, puede no ser la correcta, por eso antes de desechar
a una persona, atrévete a mirarlo por segunda vez.
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