Si pudieras hoy
escucharme, te contaría tantas cosas, te hablaría de los sueños que logre
cumplir, y de los que aun nacen en mi corazón.
Si pudieras escucharme,
te hablaría de las cosas que he visto, los sitios que he conocido, la gente que
se cruzo en mi camino, los paisajes, los colores, los azules y los grises que
han llenado mis días.
Si pudieras escucharme,
te contaría quizás alguno de mis secretos, esos que hoy guardo solo para mí,
pero que se, que solo tu entenderías.
Si pudieras escucharme
te diría “Te quiero”, no sé si te lo dije todas las veces que merecías, parecía
algo tan simple, tan dado por hecho, que tal vez no lo dije lo suficiente.
Si pudieras escucharme
te pediría perdón, por todas las veces que te herí o te hice daño,
conscientemente o no, por las veces en que la rabia cegó mis acciones y deje de
escuchar.
Si pudieras escucharme
te diría que estoy bien, que he encontrado mi camino aun después de tantos
tropiezos, que he sentido tu presencia en tantos momentos, tanto, que estoy
segura de que tu mano y tu amor aun me guían.
Si pudieras escucharme,
te diría “te extraño”, cada día que pasa, cada minuto, cada vez que me
despierto y me doy cuenta de que no estás, cada vez que miro tu foto, para no
olvidar tu rostro, cada vez que intento recordar el sonido de tu voz.
Pero sé que es inútil,
no puedes escucharme, ya no estás aquí, y solo me queda este monologo, este
silencio que recibo por respuesta, este anhelo de que realmente me escuches, y
de poder escucharte aunque sea una vez más…
¡Hey!... si me
escuchas, no me hagas caso, no hagas caso de esta melancolía que a veces me
invade…. Estoy bien… No te preocupes por mí….
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