A ti amigo te entrego mi corazon |
Hay personas que llegan a nuestra vida, y son capaces de llenarla por completo, se meten dentro del alma, dentro de la piel y los sentidos, hasta que se hacen una sola persona contigo. Como llegaron? no puedes explicarlo; un día su camino se cruzo con el tuyo, y un "Hola" dio inicio a una conversación, quizás en ese momento nada importante, de repente te lo cruzabas en los pasillos, o compartían alguna actividad, y entonces, deciden compartir más tiempo, como compañeros, quizás porque tienen intereses comunes, quizás por que persiguen el mismo objetivo. De repente, te sorprendiste un día, preguntándote ¿donde estará mi compañero?, extrañas su presencia, sus palabras, su compañía. Nace allí un lazo distinto, ya no son los intereses u objetivos comunes, ya es el placer de la tertulia, del compartir, de pasar las horas con alguien que te das cuenta, que de una u otra manera, complementa tu vida. Allí cambiamos el titulo que nos define y dejamos de ser compañeros, para convertirnos en amigos.
Y así, poco a poco, el tiempo compartido se convierte en una escuela, en donde ambos aprenden acerca de la otra persona, aprenden de sus fortalezas y debilidades, y a como exaltar las primeras y a no juzgar por las últimas; aprenden de lo que son capaces y de lo que no, aprenden de sus manías, de sus anhelos, de sus inquietudes y sueños. A veces se aprende de las palabras, de esas largas charlas que llegan en el momento preciso en que nuestro corazón, con lo que hemos visto de la otra persona, se siente libre de confiar y entonces, vaciamos el alma, y revelamos nuestros más profundos secretos, con la certeza, de que jamás seremos traicionados. Otras veces, no necesitamos palabras, pues comenzamos a entender los silencios, los gestos, las miradas; porque tu verdadero amigo, sabe mucho mas de ti, de lo que has podido contarle, pues conoce el significado de este lenguaje escondido.
Y de repente, esa persona se hace para ti, única, insustituible e indispensable, no porque no puedes vivir sin ella, si no porque junto a ella tu vida es más plena. Y entonces descubres el significado del compromiso, que este nuevo nexo trae para ambos. Compromiso de ser siempre honesto, aunque la verdad pueda hacer daño. Compromiso de ser justo, de otorgarle al amigo las victorias que se merezca, aunque esto signifique nuestra propia derrota. Compromiso de ser apoyo, esa mano extendida que nunca se aleja, ni se retira. Compromiso de ser escudo y espada capaz de defender a nuestro amigo, sin espera a que este nos lo pida. Compromiso de ser paciente, de entender que su vida y la tuya no van al mismo ritmo, saber esperar cuando así sea necesario, o apresurarnos si así se requiere. Compromiso de ser siempre respetuosos, de los sueños, de las creencias, de las individualidades, de los pensamientos, sin nunca tratar de imponernos sobre nuestro amigo.
Cuando entendemos este compromiso, el pacto esta sellado, y a partir de allí nada, si es sincero, nada lo rompe. Somos realmente amigos.
Tengo amigos sabios, cuyos consejos siempre, pero siempre me devuelven la luz perdida que me permite seguir el camino.
Cada uno de ellos pasó por ese proceso, de ser completos desconocidos a ser seres entrañables, cercanos, tanto, que en mi corazón guardo su latir como si fuera el mío propio, tanto, que sus tristezas siempre serán mis tristezas y sus alegrías mis razones de sonreír.
Con un "Hola" iniciamos el camino, inténtalo tu también y te sorprenderás de lo que puedes encontrarte.
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