martes, 27 de diciembre de 2011

Regala una parte de ti



Si no tienes nada que dar, regala una parte de ti:
Regala tus pasos que dejen huellas que otros pueden seguir



Regala tus manos aun cuando las sientas cansadas, pues seguro aun pueden sostener, aun pueden apoyar



Regala tus palabras, francas y honestas



Regala un lugar en tu corazón




Regala compasión y tolerancia




Regala compañía




Si no tienes nada que dar, regala una sonrisa




Regala una palmada de aliento




Regala un abrazo cargado de energías positivas




Regala una caricia






Regala ese silencio que entiende



Regala esa mirada limpia y transparente que deja ver tu alma




Regala un “Te quiero”



Regala ese guiño de complicidad


Porque siempre tienes algo que dar, no pases por la vida sin dejar una huella, sin dar algo de ti.
Que un simple detalle deja más que el objeto más costoso y sin duda es capaz de tocar más corazones y de abrir mas puertas…


No dejes de dar algo de ti… yo te dejo aquí una parte de mi…

lunes, 12 de diciembre de 2011

Extraño el tiempo que pase contigo…


Extraño el tiempo que pase contigo…

Extraño las risas, extraño la forma en la que me hacías sentir, extraño quien era cuando estaba contigo….

Extraño como entendías aun mis más locas acciones

Extraño que me mintieras al decirme que cantaba bien aunque yo solo desafinara

Extraño tu mano tomando mi mano mientras caminábamos

Extraño tu abrazo para recibirme cada mañana

Extraño que me hicieras sentir, que yo era todo tu mundo.

Extraño tantas cosas, cosas que guarde en mi corazón como el más grande de los tesoros… pero hoy, a pesar de lo mucho que extraño lo que eras y lo que fuimos, se que decir adiós fue la mejor decisión que tomamos.

Nos pesaba la carga de seguir llevando a cuestas un camino que cada día mas se separaba, no supimos hacer de nuestros sueños distintos un sueño en común.

Y así, en vez de construir puentes se formaron abismos que poco a poco nos separaron, sin remedio y sin retorno, y entonces, ¿Qué hacer cuando todo es tan distinto?, aunque seguía vivo el cariño, no éramos los mismos.

Así la despedida fue nuestra mejor opción;  para así detenernos antes de que pudiéramos herirnos, y conservar lo bonito de cada momento vivido, como un hermoso recuerdo; para seguirnos queriendo aunque nuestras vidas tomaran rumbos distintos; para que cuando nos encontráramos en la calle no pudieras más que regalarnos ese abrazo que solo comparten los que se han querido, sin rabias y sin rencores, porque al fin y al cabo, nuestra historia personal lleva las huellas del otro marcadas; para que al recordarte no pueda más que dibujar una sonrisa, y decir con este tono de melancolía “Extraño el tiempo que pase contigo…”


viernes, 2 de diciembre de 2011

A veces...


A veces aun en las peores condiciones,
una flor asoma como signo de esperanza...

A veces puedes sentir que vuelas, pero a veces pareciera que te cortaran las alas y sin poder evitarlo caes rápidamente en picada.

A veces el destino es un libro abierto y en blanco esperando ser escrito, a veces es un camino con huellas trazadas, tan profundas que nada puede borrarlas.

A veces el silencio es el mejor consejero, y a veces una sola palabra es suficiente para curar un corazón herido.

A veces te sientes tan fuerte que podrías derribar murallas, pero a veces tu fortaleza se va y una lágrima aparece en el momento que menos quisieras.

A veces decidir tu camino es una tarea dolorosa y difícil, y a veces la decisión aparece ante ti de forma casi mágica, pues tu corazón conoce el camino.

A veces tu corazón se deja escuchar y dirige tu vida, a veces la razón le gana la partida.

A veces las mejores intenciones no logran los mejores resultados, y a veces de los peores desastres surgen cosas hermosas.

A veces aun entre mil personas, sientes que la soledad es tu única compañera, y a veces una sola persona es capaz de llenar todo tu mundo.

A veces pareciera que no encajas en ninguna parte y a veces te conviertes en la pieza que falta para que todo encaje a tu alrededor.

A veces somos fuego, poderoso e indomable, a veces somos solo agua mansa y serena.

A veces solo quisieras olvidar… pero a veces te aferras a un recuerdo como tabla de salvación.

A veces quisieras que el tiempo pasara rápido y se lleve todo lo que sientes, y otras veces solo quisieras detenerlo en el instante mágico que vives.

A veces tu sueño es tan distante que parece inalcanzable, a veces esta tan cerca que no puedes notarlo…

A veces la vida es como un desierto árido, pero a veces aun en las peores condiciones, una flor asoma como signo de esperanza.

La vida es así, pasa del claro al oscuro, de la luz a la oscuridad, del día a la noche, y de nuevo al día, continuo e inevitable, como un latido tras otro, como un respiro tras otro, a veces estas en la cima y a veces solo la miras desde el fondo del abismo.

Y a veces, esto puedes controlarlo, a veces, se escapa de tu voluntad…. A veces te hace bien y a veces… solo no es lo que quieres, pero tal vez es lo que necesitas….

A veces, puede que a vida no sea lo que esperas, pero a veces, si lo permites, la vida te sorprende…


viernes, 18 de noviembre de 2011

Como se construye una sonrisa


La jornada comienza muy temprano, muchos han llegado ya y esperan, esperan por una esperanza…

Entre ellos esta “J”, hace 3 años vino a este mismo lugar, buscando que le ayudaran a que lo vieran diferente, para así no sentir que era distinto y sin duda lo logro, pero quiere mejorar aun mas, borrar marcas, conseguir una novia (como después lo confesaría), que cuando miraran su rostro lo vieran como lo que era, un joven normal.

Le asignan un numero y lo reciben sonrientes quienes llenaran sus datos para su historia clínica, luego las enfermeras que tomaran sus signos y lo pesaran, y después por cada una de los constructores de sonrisas, un equipo al que él ya conocía bien, cirujanos, pediatras, odontólogos, psicólogos, terapistas de lenguaje, anestesiólogos…. Uno a uno evaluó a “J” y le explico sus opciones, ahora solo quedaba esperar….

Llega el día y solo puede sentirse afortunado, fue escogido para construir su sonrisa… El día de su operación llega muy temprano, y entre los médicos ve un rostro conocido, el mío, me recibe con un abrazo inesperado, ¡claro que lo recuerdo! hace 3 años lo acompañe en el mismo proceso, el primero para él, y su abrazo solo me dice que el también me recuerda, recuerda que antes de irse se tomo una foto con su nueva sonrisa, conmigo… lo examino de nuevo como lo indica el protocolo, bromeamos de nuevo como la primera vez, “estás listo, y todo está bien” le digo, y él me contesta “debes tomarte otra foto conmigo”… en unas horas lo llaman, los voluntarios lo acompañan al área de transición, allí lo esperan para que esté tranquilo, a él y a el resto de los niños, uno a uno, antes de pasar a quirófano, les ayudan a que estén serenos, a que no sientan miedo, y los acompañan en su camino hacia donde al fin se hará la magia, el quirofano, donde manos valiosas y hábiles de humildes cirujanos, construyen una sonrisa….
"J" despues de su operacion


“J” salió de quirófano, y lo único que recordaba era que debía tomarse una foto conmigo, lo que hizo, antes de irse con una sonrisa mejorada, y la alegría que le brotaba en sus ojos.
"J" Hace 3 años, luego de
su primera operacion

“A” llego con su madre desde muy lejos se entero tarde de que se realizaría la jornada, y no fue evaluado en el triaje preliminar, pero su madre tenía la esperanza de que pudieran ayudarlo, tiene solo 1 año, una hendidura labial marca un rostro hermoso para ella y para los que lo vemos, unos ojos picaros nos miran mientras sonríe sin parar. Se le practican los exámenes correspondientes, y no se encuentra ningún problema, puede operarse, puede tener una nueva sonrisa…. El abrazo de su madre no se hace esperar, su sueño pronto se realizara… cuando sale de quirófano sus lagrimas la invaden, la hendidura ya no está y "A" tiene una verdadera sonrisa…

“K” también viene por segunda vez, esta vez la operaran de paladar, tiene 5 años y su madre que también nos conoce, nos trae a todos los que la atendemos un regalo, algo sencillo, hecho con sus propias manos, pero en los que puso todo el amor y agradecimiento que podía darnos con una frase escrita “Gracias por darme la alegría de sonreír”…. Y al día siguiente al marcharse, nos regala un abrazo y pega sobre mi mejilla una calcomanía en forma de estrella, como muestra de su cariño, calcomanía que lleve durante todo ese largo día

Esta son solo algunas de muchas historias, de muchas de alegría porque solo puede haber alegría cuando se construyen sonrisas…

¿Cómo no trabajar con entusiasmo?, Es un trabajo agotador, pero sin duda lleno de muchas satisfacciones, y cada uno en el área en que trabaja tiene muchas de estas historias, las historias que mantienen unida a esta gran familia, la familia de la Fundación Operación Sonrisa, y es que para construir una sonrisa, no bastan las manos de un cirujano talentoso (la cual es sin duda imprescindible), ni el equipo quirurgico de enfermeras y anestesiologos; se necesitan los hombros del voluntario que son capaces de cargar y consolar al niño que llora al salir de quirófano, mientras su madre llega, se necesita la voz tranquilizante que te habla y te explica lo que sucede, cuando una madre angustiada espera que su hijo salga, se necesitan la información diligente de el terapista de lenguaje que te explica como la operación mejorara su habla y que se debe hacer, para que más que una cicatriz imperceptible, no sea su voz la que le dificulte sentirse aceptado cuando crezca, se necesita de enfermeras que te reciben y que vigilan que todo esté en orden, de pediatra que aclara tus dudas y te explica como cuidarlo después de la operación, se necesitan rostros sonrientes, que te hacen sentir que todo está bien, porque hacen su trabajo con amor y entrega incondicional, y que te hace sentir que no está solo, aun cuando las noticias no sean las mejores, como paso con “N”, lamentablemente una infección respiratoria no le permitió operarse, pero su madre, aunque no pudo controlar sus lagrimas, como no pudimos ninguno de los voluntarios que la acompaño en la tristeza de no poder entregarle una nueva sonrisa, sabía que estaba en el camino correcto, y que pronto tendría, de las manos de este gran equipo, la sonrisa soñada.

“G” llego al área de hospitalización y no entendía por qué lo recibían con aplausos, era el ultimo paciente de esa gran jornada, la ultima x que marcaba el final del plan quirúrgico del día,  el paciente número 156 que recibió una nueva sonrisa esa semana espectacular, los aplausos se acompañaron de un gracioso baile de celebración de las enfermeras, que sin duda eliminaron de su carita todo rastro de angustia para cambiarla por alegría, la alegría de un sueño cumplido.

Así se construye una sonrisa, con un montón de constancia, muchas ganas de trabajar por algo bueno, manos talentosas y mágicas, hombros que apoyan, palabras que alientan y enseñan, corazones que escuchan, y miles de sonrisas, que se reproducen y se contagian, aun después de muchas horas de trabajo y del cansancio. Todo esto engranado como la maquinaria más perfecta, que fabrica el mejor de los productos.






domingo, 16 de octubre de 2011

Ojala te veas como yo te veo...



Te miro, desde lejos, en silencio, como un simple espectador de tu vida. Te miro confiar y que rompan tus sueños, te veo reír, y que alguien borre tu sonrisa, te veo tropezar y caer, por la piedra que todos quisimos alejar, excepto tu… Quizás es cierto, que cada quien debe cometer sus propios errores, nadie puede vivir la vida de otro, ni evitarle equivocaciones por mas que se quiera. Tú elegiste tu camino, y aunque el resto no lo consideramos correcto, solo podemos estar allí para acompañarte.
Pero… quisiera, que un día cambiara, quisiera verte sonreír de alegría, y no solo para ocultar las lagrimas, quisiera que tuvieras tantas cosas, porque sé que te las mereces, y que puedes pelear por ellas… si tan solo pudieras verlo…Ojala puedas verte como te veo yo…
Ojala cuando despiertes cada día puedas darte cuenta de que ese día es una bendición, que es un regalo que Dios ha puesto para ti.
Ojala al mirarte al espejo puedas ver lo maravillosa persona que eres y creerlo realmente, sin esperar a que alguien te lo diga.
Ojala que el camino que transitas sea realmente el que quisiste seguir
Ojala te des cuenta de las oportunidades que la vida tiene para ti
Ojala, sin importar quién te dé la espalda, sin importar quién te haga daño, puedas reconocer que alguien realmente te cuida y te quiere
Ojala la vida te regale alguien que te vea cada día y se sienta afortunado de estar a tu lado, alguien que nunca levantara sus manos para herirte, alguien que nunca te dará razones para llorar.
Me duele tu dolor
Me entristecen tus lágrimas
Me aflige que no entiendas, que tropezar 2 veces con la misma piedra no la hará mas blanda, ni hará que duela menos.
Ojala puedas darte cuenta de que mereces algo mejor.
Ojala comprendas, que el amor que sientes por ti siempre será más importante que el que otros puedan darte, y que por ese amor, nunca dejaras que alguien sabotee tu felicidad.
Ojala algún día comprendas que tu corazón está hecho para volar, aunque otros se empeñen en mantenerlo anclado a tierra
Mientras tanto yo seguiré aquí, como simple espectador, porque comprendo que aunque quiera, no puedo evitar que tropieces, pero puedo estar allí para ayudarte a levantarte, para hacerte reír, si, para eso siempre fui buena. Aquí tendrás mi mano, mis brazos, mi corazón solo para ti, si algún día los necesitas…

martes, 20 de septiembre de 2011

Lluvia...




De nuevo la lluvia vuelve una vez más, a inundar mi mundo, mi sitio… y así esas  gotas que atraviesan mi ventana abierta para caer en mi rostro, así cerrando los ojos, mientras siento su frio sobre mis mejillas, así mil recuerdos acompañan cada una… cuantas cosas no he vivido en días de lluvia… Cuantos recuerdos de tristezas y alegrías, de risas y miedos.

En un día de lluvia descubrí que mi padre era un superhéroe, porque el monstruo de un trueno que amenazaba mi calma se alejo con su abrazo y su palabra, siempre gritábamos para llamarle cuando la tormenta nocturna acechaba, y siempre vino a nosotros, aun vencido por el cansancio para decir: “No tengas miedo”

Un día de lluvia fue también en mi infancia una aventura, cuando escapados corríamos a la calle, para dejarnos empapar, corriendo, saltando, abriendo los brazos, como si en cada gota que caía del cielo recibiéramos un regalo. No importa el regaño, ni el resfriado que seguro nos esperaba, éramos libres, éramos felices.

En un día de lluvia te fuiste en silencio, aquel día en que una llamada me enseño que la tristeza puede pesar tanto que asfixia. No pude decirte adiós, no estaba a tu lado, solo cerraste tus ojos y dejaste tu esencia en esa casa en donde compartí contigo tantos años. Te fuiste en paz lo sé, pero mis lagrimas no eran capaz de parar, así como las gotas que caían del cielo.

Ese día de lluvia tu vida se cruzo con la mía, y allí en ese café, sin poder salir por la tormenta nos dimos la oportunidad de conocernos, con el humo de un café caliente empañando en ocasiones la mirada, abrimos nuestro corazón el uno al otro y sellamos el nexo que aun hoy nos mantiene unidos.

Una tormenta trajo un día el miedo y la incertidumbre, y el agua cayo con tal fuerza que se llevo tanto a su paso, como una película de terror el miedo llenaba nuestra alma con cada rayo y cada trueno, al final solo lo material sufrió, nuestro espíritu aunque resquebrajado, sobrevivió en la esperanza de un nuevo rayo de sol.

En un día de lluvia   te dije adiós, aunque mi corazón no quería hacerlo, mi mente me decía que era lo correcto, te vi marcharte sin poder hacer nada y no te diste cuenta, pero trate de alcanzarte minutos después, para decirte “Detente, no te vayas”, corrí bajo la lluvia, y me detuve a mitad del camino, entendiendo que eso era lo mejor, mientras la lluvia que caía sobre mi rostro ocultaba mis lagrimas, y ahogaba mi corazón casi tanto como la tristeza, me quede allí, vi como te alejabas sin mirar atrás, si hubieras volteado, si hubieras vuelto hacia atrás tu mirada….

Hoy me devuelve este día de lluvia recuerdos de ayer cargados de alegría y de melancolía… Me pongo mis audífonos, y subo el volumen a la música, no cerrare la ventana, quiero sentir las gotas de agua en mi cara, mientras viejas canciones me transportan a los momentos que viví ayer… en esos días de lluvia…

sábado, 3 de septiembre de 2011

Cierra Los Ojos



Cierra los ojos….
A veces es necesario mirar hacia adentro…. Cierra los ojos…
Cuando cierras los ojos puedes conectarte con tu niño interno, ese niño que sueña sin creer que no puede
Cuando cierras los ojos, no cierras los sentidos, los abres ante un mundo nuevo de pensamientos, ilusiones y esperanzas, un mundo al que solo tú tienes acceso, un mundo que es solo tuyo.
Cuando cierras los ojos y tratas de silenciar tu mente, allí dejas que tu corazón hable y se exprese; y a veces, en el rítmico golpeteo de ese corazón contra tu pecho, puedes encontrar la respuesta que buscabas.
Cuando cierras los ojos una máquina del tiempo te devuelve al pasado, y entonces renacen sentimientos, renacen recuerdos y es como si vivieras de nuevo.
Cuando cierras los ojos, la oscuridad que aparece es solo momentánea, porque allí puedes encontrarte con esa Mirada, con los ojos de quien te ha sabido siempre guiar hacia puerto seguro… Y así, con los ojos cerrados y tus manos entrelazadas, el silencio se hace plegaria y la oscuridad se llena de calma.
Con los ojos cerrados, puedes descubrir tu alma y sus más escondidos rincones… con los ojos cerrados te encuentras contigo mismo.
Con los ojos cerrados y la mente en blanco, tus ideas encuentran su cauce en su tormentoso rio.
Con los ojos cerrados, puedes ver de verdad quien eres, que quieres y que sientes… con los ojos cerrados eres el niño que vuela… con los ojos cerrados eres voz y conciencia… con los ojos cerrados eres golpes contra tu pecho a un ritmo exacto y perfecto, eres lo más pequeño presentándose ante la grandeza…
Con los ojos cerrados puedes mirar a Dios de frente, tomarlo de la mano y llenarte de su fuerza…
Cierra los ojos… Descubre quien eres, detente, y busca en ti, busca en EL, la energía… Y entonces, abre tus ojos, ¡estás listo para ver el mundo!

miércoles, 24 de agosto de 2011

En el Tractor de Tortolero

             En un viaje reciente a una ciudad remota de mi país, Puerto Ayacucho del bellísimo estado Amazonas, tuve la oportunidad de conocer a un personaje singular que me dio una gran lección de vida.

Todo comenzó con un simple paseo, nuestra anfitriona, a pesar de que insistía en que no teníamos tiempo para todo lo que debía mostrarnos, insistió en que conociéramos a una persona, a la cual describía como “Todo un Personaje”, y ahora entiendo porque.

Luego de unos kilómetros del eje carretero sur que recorríamos, y a unos 2 km quizás de la vía principal encontramos su singular morada, una bandera de Venezuela que ondeaba al viento nos daba la bienvenida, al igual que Silvia y Ulises, los 2 perros  que corrían alrededor del automóvil intentando adivinar quién visitaba su morada. Seguido de ellos salía a nuestro encuentro el Sr Tortolero, hombre de quizás unos 65 años o más, alto, delgado, de cabello blanco, largo hasta los hombros recogido con una cola, tez morena y anteojos que escondían una mirada limpia y brillante que no sueles encontrar en personas de su edad, con una amabilidad singular, sin importarle que habíamos interrumpido su almuerzo, no dudo en ofrecernos la entrada a su humilde y realmente original morada, construida por sus propias manos con madera, bambú y paja (o moriche); y una taza de rico café acompaño el encuentro.

De repente mi amiga le pide que nos muestre un manantial, que al parecer él les había mencionado en visitas previas, y el Sr. Tortolero, sin dudarlo, se animo a llevarnos, con la salvedad de que el modo de llegar a el manantial del que tanto hablaban seria en su tractor, única posesión de este hombre y del cual estaba orgulloso.

Ya se imaginaran 4 personas además de el Sr. Tortolero montados en singular medio de transporte, y confieso que en un principio pensé que era una locura, pero accedí a su ofrecimiento. Allí comenzó nuestra pequeña aventura, sosteniéndonos de lo que podíamos, pues en un tractor el único asiento es el del conductor, nos adentramos vegetación adentro, por caminos que parecían hechos por el mismo tractor quizás de tanto ir y venir, al principio encontramos una que otra vivienda luego solo verde que rodeaba nuestro camino, Tortolero hablaba, de la vegetación, de animales y de su propia vida. Recorrimos quizás unos 20 o 30 minutos hasta el pie de una montaña o realmente una gran piedra en donde nacía un pequeño manantial de agua cristalina entre rocas y piedras y entre arboles verdes que no dejaban atravesar el sol.

Pero ese, aunque era el manantial del que nos hablaban, y al que diariamente visitaba el Sr. Tortolero, no era el final de nuestro camino, volvimos al tractor y recorrimos unos kilómetros más hacia otra montaña, en donde se detuvo, desde allí subimos entre arboles y vegetación, una subida algo resbalosa y difícil para alguien con un pie lastimado, pero aun esas dificultades bien valieron la pena. Nuestra siguiente parada una cueva muy singular formada por 2 inmensas rocas una al lado de la otra, y en el medio de ellas, un árbol que se negaba a ceder su espacio a las rocas y que subía hasta tocar el cielo, y entre sus ramas  unos rayos tímidos asomaban, dándole a esa “cueva” una luz especial, Tortolero nos contaba que ese paisaje único fue utilizado en la filmación de una película llamada Cenizas Eternas. Desde allí subimos un poco mas esta vez por encima de las inmensas rocas unos metros más, hasta llegar a lo que sería lo mejor de todo ese improvisado paseo. Luego de la subida al dar la vuelta, la visión de algo que parecía tan hermoso como irreal se levanto ante nuestros ojos, un verde brillante  y en distintos tonos de arboles y  vegetación que parecían extenderse hasta el infinito, limpio, extenso, que hacia el final se entremezclaba con el cielo azul que parecía darle la mano; no había rastros de la civilización de la cual veníamos, nada de edificios, carreteras o automóviles se veían desde allí, como si ese lugar fuera lo único que existiera, y allí el aire que tocaba nuestros rostros, fresco y puro, nos traía también un poco de paz, esa paz que quizás no nos habíamos dado cuenta de que necesitábamos tanto, pero que en cada respiro entraba en nuestro ser hasta llenarlo por completo. Nadie recordó lo difícil de la subida, nadie menciono la incomodidad del viaje en tractor, de hecho nadie dijo nada, solo contemplamos ese pedazo de paraíso, con un suspiro y una sonrisa en los labios, fue el Sr. Tortolero el que rompió el silencio, contándonos como subía allí cada vez que la nostalgia lo invadía y quería reencontrarse con sus recuerdos, recuerdos de su tierra natal un pequeño pueblo llamado Nirgua, y de sus viajes a Chile,  o simplemente cuando quería “calmarse”, o apaciguar sus pensamientos y ponerlos en orden. Nos conto, como sin ser de esa tierra, se enamoro de ella hasta el punto de sentirse parte de ella,  hasta sentir que esa tierra llenaba su vida y satisfacía sus más grandes anhelos; “Yo nunca dejare este lugar, y el día que lo haga será con los pies por delante”, nos decía refiriéndose a que solo muerto abandonaría ese pequeño Edén. Y entonces dijo algo que resonó en mi mente “Yo no tengo nada, pero aquí,  siento que tengo todo, y soy Feliz”. ¿Cuantos de nosotros pueden decir esas palabras?, ¿Cuántos de nosotros pueden encontrar realmente la felicidad, así sin tener nada? Buscamos tener mas y mas cada día, porque eso nos dará posición, seguridad, respeto, y porque no, felicidad; pero a veces, aun teniendo tantas cosas materiales, solo un vacio nos acompaña, un vacio que llena nuestra vida y opaca nuestra mirada, pero nos decimos a nosotros mismos, “Esto era lo que quería”, porque así, algún día quizás lo creeremos realmente. ¿Cuantos nos hemos detenido a contemplar el sol que se esconde en el atardecer?, ¿Cuántos de nosotros sonríe y es feliz con lo que es, con lo que tiene? El Sr Tortolero, es cierto, no tenía nada, salvo su tractor, su humilde casa, y aun así la felicidad brillaba en sus ojos, y se transmitía a todos y a todo lo que hacía.

Regresamos al tractor, y el camino de regreso lo hicimos con una sonrisa que nadie podía borrarnos, en la casa Ulises y Silvia nos daban la bienvenida. Y al llegar tomamos esta foto, única de este singular paseo, porque aunque teníamos cámaras, ninguno la llevo, quizás, porque no esperábamos descubrir tan hermoso paisaje, pero nuestra mente lo conserva como un preciado tesoro. Pero no podíamos irnos sin esta foto sobre el tractor de Tortolero.

Así nos despedimos de este singular personaje, que no solo nos dio el regalo de su amabilidad, esa amabilidad de a quien no le importa compartir aun lo poco que tiene;  nos dio también el regalo de su compañía; el regalo de un paisaje hermoso bendecido por Dios, que aunque no le pertenece, lo siente como suyo; nos regalo un paseo en tractor, y nos regalo un pedazo de su inmensa sabiduría, y una lección de vida, que por lo menos yo, jamás olvidare, y estoy seguro que mis compañeros de viaje tampoco.

Gracias Sr. Tortolero y espero volver a encontrarlo, y volver a viajar en su tractor.



viernes, 12 de agosto de 2011

Cuando escuchas a tu corazón


Cuando escuchas a tu corazón, la prepotencia y el orgullo nunca guiarán tus pasos, los guiará el amor.
Cuando escuchas a tu corazón, en el camino de tu vida, no buscaras herir a nadie para lograr tu propio beneficio, serás siempre honesto.
Cuando escuchas a tu corazón, en cada encrucijada de tu vida, sabrás cual es el camino correcto.
Cuando escuchas a tu corazón, mas allá de tus dudas, sabrás encontrar tu verdad.
Cuando escuchas a tu corazón, aun en tus más terribles noches sabrás encontrar la luz.
Cuando escuchas a tu corazón, aun en tu mayor dificultad, el te mostrara la salida.
Cuando escuchas a tu corazón, por encima de todo el ruido de la confusión, podrás escuchar cómo te dicta tu camino.
Cuando escuchas a tu corazón, la hipocresía y la mentira, no tendrán cabida en tu alma.
Cuando escuchas a tu corazón, sigues el camino de la inspiración, camino que siempre sacara de ti, lo mas bueno y noble.
Cuando escuchas a tu corazón, entenderás que de cierta forma, el mismo Dios guía tus pasos, y por El son bendecidos.
Cuando escuchas a tu corazón, percibes el mundo de forma distinta, encontrándole a lo que te rodea lo positivo.
Cuando escuchas a tu corazón, empiezas a distinguir, el camino correcto del camino fácil.
No siempre es fácil, a veces, las dudas influencias de terceros, lo que te rodea, no te deja escuchar tu corazón.
A veces lo que te dicta tu corazón, puede parecer más difícil y doloroso.
A veces, aunque tu corazón te dice que algo no es correcto, falsos destellos pueden deslumbrarte.
Solo silenciando los ruidos externos y apagando los falsos destellos, lograras escuchar tu corazón.
Y cuando lo logras, cuando escuchas a tu corazón, descubres que ese contacto con tu voz interna, es como tu contacto con Dios, y al final te dará el camino hacia la felicidad.


jueves, 4 de agosto de 2011

Hace Falta Llorar...





Cierro mis ojos, como si al hacerlo intentara borrar lo que hoy me causa dolor, como si al hacerlo pudiera como por arte de magia hacer desaparecer aquello que ya no puedo llevar sobre mis hombros. Una lágrima se escapa de la prisión de mi alma, y libre corre por mis mejillas, seguida de una y de otra y otra mas, ya no podían seguir encerradas. Sí, estoy cansada, triste, decepcionada, enfadada y aunque me cueste admitirlo, derrotada.

Y hoy, en esta oscuridad, en el silencio de mi cuarto, lloro sin parar y sin que me importe, grito sin parar y sin importarme que alguien me escuche o no, por Dios, cuanto lo necesitaba, me trague tantas veces mis palabras y opiniones, por llevar la fiesta en paz, por evitar conflictos, y ¿a quién ayudo esto?, ¿a quién le hizo bien?, ¿de qué sirvió callar?, ¿de qué sirvió aparentar?, si cada palabra que no dije, se quedo atorada en mi pecho, hasta que llego un punto, en que no me dejo respirar, y hoy las suelto al aire, pues nadie me escucha, y lloro, mas que de tristeza, de rabia, de impotencia, de desilusión.

Sé que nada cambiara, se que la tierra no moverá su curso, se que nadie se detendrá y cambiara por mí el destino que trace con pisadas confusas y dadas con inseguridad, pero era necesario, es necesario poner un alto y de una vez por todas soltar lo que acumule por tanto tiempo, y que pesa como si sobre mis hombros llevara el mundo, así no puedo continuar, así no puedo dar un paso mas.

Y hoy, quisiera decirle a quien desde pequeña me enseño que de nada sirve llorar, que estaba equivocado, porque si, es cierto, nada cambia, pero quitarse ese peso del alma, es más que necesario, imprescindible.

Hoy, no me avergüenzan mis lágrimas, soy un ser humano mas que siente y padece, las tormentas de la vida y a veces hace falta llorar…

Hace falta conocer la oscuridad para valorar la luz…

Hace falta vivir entre sombras para descubrir la claridad…

Hace falta el gris de la vida, solo en la justa medida, que nos permita mas tarde transformarlo en color.

Abro mis ojos, hinchados, cansados… vacios, el dolor se marcha, en Tus manos pongo mi impotencia, y a un lado pongo mi carga, para mirarla desde otra perspectiva. Y confío, que al final de esta noche, mi tormenta se habrá convertido en calma, los obstáculos siguen allí, como sigue allí lo que me trajo a este punto, pero al llegar la mañana se que renovado mi espíritu, tendrá fuerza para hacerle frente… Hoy solo he caído, mañana, me pongo de pie, me sacudo el polvo, respiro profundo y empiezo de nuevo…

viernes, 29 de julio de 2011

Te busco...



Te busco…
Una vez mas y en silencio
Con mis ojos cerrados y mi corazón abierto,
Con mi mente en blanco y tu nombre en mis labios.

Te pienso…
Como si no hubiera nada más en esta tierra,
Como si mis sueños solo llevaran Tu nombre,
Como si en mi mente solo existiese un pensamiento.

Te espero….
Con el alma abierta y vacía de remordimientos,
Con mi amor que te trae de vuelta cada vez que te nombro,
Con mi esperanza puesta en el azul de este cielo.

Te escucho…
Desde el latir de mi corazón me hablas al oído,
Desde el silencio que todo lo llena,
Desde el alma misma, donde vives eternamente.

Confío…
En tu voz que me llama desde el silencio
En la mano que me extiendes y que me guía siempre que me atrevo a tomarla
En esa parte de ti, que vive en mi y me hace mejor cada día.

Te entrego…
Mis manos que se juntan en esta oración sincera,
Mis pies que solo intentan seguir tus huellas,
Mi corazón que te guarda como el más grande tesoro,
Mi ganas de ser mejor para merecer tu bendición,
Mis palabras que hoy proclaman tu amor.
No te pediré nada a cambio, pues ya mucho me has dado…



jueves, 21 de julio de 2011

Recuerda...

Que tus manos sirvan para apoyar y sostener

Recuerda cada día, que tus manos están para apoyar y sostener, nunca para bloquear o herir... 

Recuerda cada día, que tienes 2 pies, para andar caminos y saltar obstáculos, no para
quedarte simplemente detenido...

 Recuerda cada día que tienes el don de la palabra, más que para críticas destructivas y mal sanas, para dar consejo, consuelo y apoyo...

 Recuerda cada día que tus palabras pueden tener el poder de hacer un cambio, pero también de destruir un sueño...

 Recuerda cada día, que puedes usar tus manos para construir cosas positivas en lugar de
destrozar u oprimir...

 Recuerda cada día, que Dios te dio capacidad de amar, y procura sea esta siempre mayor que tus ganas de odiar...

 Recuerda cada día que está en ti decidir mirar lo bueno de cada persona, en lugar de ver sus defectos...

 Recuerda cada día, que puedes decidir ser partícipe del cambio, o espectador del fracaso...

Recuerda cada día, que puedes decidir quedarte de brazos cruzados ante la injusticia, o pelear por la verdad...

 Recuerda cada día que puedes decidir ver el sol, o solo percibir aquella nube negra que se asoma...

 Recuerda cada día, que tus logros de este día, dependerán exclusivamente de ti y de las ganas que le pongas, no de la suerte o la casualidad.

 La diferencia entre lo bueno y lo malo del día, depende de cómo veas las cosas, y como
decidas afrontarlas...

 La diferencia entre lo bueno y lo malo del día, esta en cuanto corazón, y cuanto de ti pusiste en lo que haces...

 La diferencia entre lo bueno y lo malo de tu día, está en tu capacidad de ver el lado positivo en lo que te sucede...

 Tú decides quedarte en el pasado, o vivir plenamente tu presente, y prepararte para tu futuro...

 Tú decides detenerte en el camino o avanzar...

 Tú decides afrontar los obstáculos que se te presenten o simplemente desistir...

 Tú decides si quieres librar la batalla, o dar media vuelta y huir...

 Tú decides si usar tus dones para hacer cosas buenas o para destruir...

 Tú decides si quieres usar tus capacidades para lograr grandes cosas, o simplemente vivir con resignación...

 Recuerda siempre, cada cosa que vives es una oportunidad de aprender, y tú decides si
guardas o no las lecciones que te da la vida...

 Recuerda siempre que Dios pone mil bendiciones para ti cada día, pero está en ti descubrirlas...

 Y por último, recuerda siempre que tu puedes decidir como ver el día que acaba, si como un día más de experiencia, o como un día menos de vida.